Los cables para ferrocarril son cruciales para mantener la conectividad y la seguridad en estos entornos complejos. Aseguran la comunicación efectiva entre los sistemas críticos de iluminación, señalización y control de tráfico ferroviario, respaldando así operaciones eficientes y viajes seguros.
Estos cables deben resistir condiciones ambientales desafiantes y ofrecer durabilidad para reducir costos de mantenimiento, asegurando una conectividad confiable vital para el funcionamiento seguro y continuo de la infraestructura ferroviaria en su totalidad.
La confiabilidad operativa de los cables para ferrocarril es fundamental para evitar interrupciones y fallos en los sistemas críticos. Su desempeño garantiza la seguridad de los viajes y la eficiencia en el funcionamiento general de las operaciones ferroviarias.
Entre los tipos de cables utilizados en el ferrocarril se encuentran los de alimentación eléctrica, iluminación, señalización y comunicaciones. Cada tipo se adapta a necesidades particulares, asegurando un funcionamiento fluido y eficiente de las diversas instalaciones ferroviarias.
La normativa de los cables eléctricos para ferrocarriles está regulada por la UNE-EN 50343, que es una norma europea que especifica los requisitos para la instalación del cableado en vehículos de uso ferroviario y de envolventes eléctricas también en vehículos de uso ferroviario, entre los que se incluyen trenes de levitación magnética y trolebuses.
La norma UNE-EN 50343 establece los siguientes requisitos para los cables eléctricos para ferrocarriles:
Además de estos requisitos, la norma UNE-EN 50343 también establece requisitos específicos para cada tipo de cable. Por ejemplo, los cables para circuitos de alimentación deben tener una resistencia al fuego de al menos 90 minutos, mientras que los cables para circuitos de control pueden tener una resistencia al fuego de al menos 30 minutos.
La norma UNE-EN 50343 es importante para garantizar la seguridad de los pasajeros y del personal de los ferrocarriles. Los cables eléctricos que cumplen con esta norma son resistentes al fuego, a la corrosión y a otras condiciones ambientales adversas. Esto ayuda a prevenir incendios y otros accidentes, lo que contribuye a mantener la seguridad de los ferrocarriles.