Si bien tradicionalmente las instalaciones eléctricas se han realizado con cable de cobre, los cables de aluminio presentan ventajas que pueden hacerlo más atractivo en ciertas situaciones específicas.
Aunque el cable de aluminio tiene una conductividad menor en comparación con el cobre, su principal ventaja radica en su peso, ya que es aproximadamente un tercio más ligero que el cable de cobre. Esto facilita enormemente su transporte e instalación. Además, otro punto a favor de los cables de aluminio es su precio, ya que resulta considerablemente más económico.
Además de su peso y costo más accesible, el cable de aluminio también ofrece otras ventajas. A pesar de tener una conductividad ligeramente inferior, esta diferencia suele ser insignificante en muchas aplicaciones, especialmente en instalaciones de baja y media tensión. Por lo tanto, los cables de aluminio puede ser una opción viable que cumpla con los requisitos técnicos y ofrezca un beneficio económico.
Es importante destacar que, si se elige utilizar cables de aluminio en lugar de cobre, es necesario considerar ciertos aspectos técnicos y de diseño. Se deben tener en cuenta las características del entorno, la capacidad de carga y las consideraciones de seguridad para garantizar un rendimiento óptimo y seguro.
En conclusión, aunque el cable de cobre ha sido el estándar tradicional, los cables de aluminio tiene ventajas significativas en términos de peso y costo, lo que lo convierte en una opción atractiva para ciertos proyectos.